Hace
unos días, corrió el rumor que José Domingo Pérez Gómez, miembro del Equipo
Especial Lava Jato, barajaba la posibilidad de dejar el Ministerio Público para
asumir como Juez Superior. Bueno, eso no ocurrió, por lo menos lo segundo.
Resulta que el último fin de semana, la Junta Nacional de Justicia publicó los
resultados de los postulantes aprobados de haber rendido el examen de
conocimiento, no encontrándose el controvertido Fiscal Provincial. En otras palabras, no alcanzó siquiera
la nota mínima (66.6 de 100 puntos) para continuar con la siguiente fase de
evaluación curricular. Igual suerte corrieron Geovana Mori y Walter Villanueva,
también integrantes de este cuestionado Equipo Especial. Una vergüenza, aunque
no sorprende.
Popularmente conocido
por sus polémicas declaraciones de culpabilidad, sobre todo, de la señora Keiko
Fujimori (inclusive logró -junto al juez canero Richard Concepción
Carhuancho- prisión preventiva hasta en dos oportunidades), así como por
sus afilados comentarios en contra del entonces Fiscal de la Nación, Pedro
Chávarry Vallejos, quién intentó -sin éxito- removerlo a fines de
2018, exigiéndole luego su renuncia como Titular Supremo. Empoderado por el exmandatario
Martín
Vizcarra Cornejo y aupado por un gran sector de la prensa palaciega, Pérez Gómez
se encontraba endiosado al punto de ser considerado como el “personaje del
año” aquél 2018 por dos canales de televisión de corte caviar, obteniendo
puntaje muy por encima del profesor Ricardo Gareca, en ese momento victorioso seleccionador de nuestra bicolor.
Pero como todo lo que
sube tiene que bajar, le tocó el turno a José Pérez. Y como reza un añejo refrán
“siéntate en la vereda de al frente y verás el cadáver de tu enemigo pasar”.
Ni cadáver, y menos enemigo. No lo conozco, y en realidad tampoco interesa. Lo
que sí es que se trata de un magistrado con capacidad limitada; es decir, si en
algo se preocupó fue en cuidar, alabar y cuasi mitificar su imagen de héroe nacional,
y jamás en capacitarse. Solo basta apreciar cuando a fines de enero pasado, el
Juez Víctor Zúñiga le devolvió por novena vez el expediente del Caso Cocteles (involucrada
Keiko Fujimori) para que lo corrija y reformule. Simplemente un ídolo
de barro, servil a los intereses del mitómano Vizcarra Cornejo y la caviarada.
Y, respecto del
primer punto; esto es la posibilidad que deje el puesto actual, en estos
momentos este caballero se encuentra en proceso de ratificación. Consideramos
que lo más consecuente, a la luz de los hechos mostrados, es que la JNJ no lo
confirme, procediendo con ello a defenestrarlo del cargo.
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