DE TOQUE A TOQUE, EL TOQUE SE QUEDA
El último día del 2019, el gobierno chino conmocionó al mundo al revelar la existencia de un letal virus que pronto se conocería como Covid-19, y que en nuestro país viene cobrando la vida de cerca de doscientos mil compatriotas. Dos meses y medio después del tal anuncio, el entonces precario inquilino de Palacio de Gobierno, Martín Vizcarra (sí, el mismo que tiene la insolencia de pedir pensión vitalicia como ex-presidente, a la vez que fanfarronea - como si se tratase de un logro - el haber ordenado el cierre inconstitucional del Parlamento) ordenó el confinamiento para todos; es decir, encerrados en casa. En el camino, apelando abusivamente a la decretada emergencia sanitaria, improvisó con una serie de medidas sin sustento técnico, dizque con el fin de reducir la tasa de contagios (como que los lunes, miércoles y viernes salieran del hogar los varones, mientras que los martes, jueves y sábado lo hicieran las mujeres). El resultado: mayor aglomeración en un determinado punto de la