SIN EQUILIBRIO NO HAY PODERES
En la ceremonia de clausura del año académico 2019 de la Escuela de Oficiales de la FAP, Martín Vizcarra declaró: “ …. (Sic)…. Por muchos años el país ha convivido por la corrupción, que fue tolerada e incluso justificada como un mal endémico enquistado en la estructura del Estado y con participación de agentes privados que se beneficiaban de ellos ”. ¿A qué corrupción se refiere nuestro gobernante de facto?. Vizcarra se ha excusado diciendo que la disolución del Parlamento se debió al obstruccionismo de sus miembros (en concreto de Fuerza Popular). Transcurrido poco más de sesenta días desde el 30-S, la realidad nos muestra que las cosas no son así. Primero, la forzada renuncia de tres ministros, no por hartazgo ni estrés, sino por presuntos hechos de corrupción (el último, Petrozzi al haber presionado a dimitir al incómodo Hugo Coya, expresidente de IRTP, develando además el envenenamiento a Vizcarra por parte de dos asesoras palaciegas). Dos, el “redescubrimiento” de pr