TODOS SOMOS IGUALES, ALGUNOS MAS IGUALES QUE OTROS
El
título del presente artículo, extraído del libro “Rebelión en la Granja” de
George Orwell (1945), grafica el estado situacional vivido del golpista
Vizcarra cuando de denuncias periodísticas se trata. El viernes último, en
entrevista concedida al Diario El Comercio, el ferviente seguidor e imitador de
Nicolás Maduro, señaló -ante los
evidentes cuestionamientos al entonces ministro Meléndez por haber influenciado
en la contratación de la madre de su hijo en la Comisión de Ética del
Parlamento- que “no existía denuncia de por medio contra éste”, insistiendo
la periodista al comparar los casos de Bruce y Heresi (tempranamente defenestrados
del gabinete solo por haber sido sindicado de formar parte de una presunta red
criminal, y de haber sostenido una conversación telefónica con el entonces Juez
Supremo Hinostroza, respectivamente), el señor Vizcarra atinó a esbozar -acostumbrados ya a su grandilocuencia-
que eran situaciones diferentes sin profundizar en ello. Dos días después, y
ante la imputación fiscal de integrar una organización delincuencial
relacionada con el tráfico ilegal de madera, Meléndez renunció al cargo para
“no desprestigiar la imagen del Presidente”.
No
solo falta a la verdad el señor Vizcarra con tan temeraria afirmación, sino que
además exagera. Queda el bochornoso recuerdo de las calumnias vertidas contra
el entonces Fiscal de la Nación Pedro Chávarry obligándolo -con el unánime apoyo de la progresía caviar,
alentada por la prensa palaciega- a renunciar, para encontrar hoy en día a
un Ministerio Público avasallado en sus competencias y manipulado al antojo del
Dictador. Además, personalmente se encargó desde el inicio de su investidura
(marzo 2018) de FUJIMORIZAR el Congreso de la República; es decir, a sabiendas
del anti voto a este Partido Político encarnizó una tenaz persecución
político-judicial (Lawfare) contra sus integrantes, al punto de encarcelar
hasta la fecha -sin debido proceso alguno-
a su lideresa.
Más aún, ante la ilegal difusión de
audio entre el señor Víctor Ticona, Presidente del Poder Judicial, con el señor
Hinostroza, el señor Vizcarra atinó a responder que debería ventilarse en las
instancias correspondientes, agregando que “El JNE es el que debe interpretar las normas
para ver la aplicación correspondiente en este proceso electoral. Lo que yo
creo es que, dado que los plazos son cortos, rápidamente debería el propio JNE
aclarar ese tema”; y el domingo pasado declaró “Estamos muy próximo a elegir nuevas autoridades del Congreso de
la República. Aprovechemos esta circunstancia para que con
esfuerzo renovemos el Congreso pero con personas que realmente representen a la
población….(Sic)…”.
Este
precario gobierno, a punta de Decretos de Urgencia (norma con efectos idénticos
a los Decretos Leyes), pretende seguir gobernándonos sin control político
alguno, interfiriendo nuevamente en la independencia e imparcialidad de los
organismos públicos protegidos por nuestra Norma Normarum. Toca hoy al Jurado
Nacional de Elecciones. El mensaje es claro por parte del golpista: El TC votará a mi favor (infundada la
demanda) y será próximo a las fechas de las nuevas elecciones parlamentarias,
así que ustedes (JNE) cumplan nomás con las fechas establecidas en el
calendario electoral, y no se sorprendan por el resultado del 26 de enero
próximo. En suma, quiere tener un Parlamento acomodado y sumiso a sus
delirios dictatoriales.
Lejos
de importarle las convulsiones sociales de nuestros vecinos Ecuador, Chile y
Bolivia, al señor Vizcarra solo le interesa la continuidad de su proyecto
político de entronización en el poder; vale decir, esto no acabará en julio de
2021; todo lo contrario, algo se le ocurrirá “en nombre del pueblo”, directa o
indirectamente (a través de un delfín a su medida) para así continuar
indefinidamente.
No
caigamos en el desánimo, por memoria histórica sabemos con meridiana exactitud como
acaban estos caudillos hambrientos de poder: Tras las rejas, vilipendiados y
finalmente olvidados. Aquellos que lo encumbraron y aplaudieron a rabiar, serán
los primeros no solo en darle la espalda, sino además en “clavarle la daga”,
exigiendo justicia con la mayor severidad. Dicho sea de paso, se lo merecerá
por todo esto inconstitucional que está haciéndonos vivir como peruanos.
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