NO RENUNCIARÉ
En la administración pública, independientemente del nivel de Gobierno (Central, Regional o Local) los cargos de confianza son considerados como de libre designación y de remoción; es decir, la autoridad competente tiene la plena libertad de elegir a una persona para ocupar un determinado puesto (entendiéndose que cuando menos cumpla con el perfil requerido) y con el mismo albedrío ordenar su retiro. En el Ejecutivo, estos doce meses han sido - y siguen siéndolo - literalmente de horror, pues existe la acrecentada costumbre de funcionarios que habiendo renunciado, se resisten a dejar al cargo. Otros, se reciclan. Y, en menor cantidad (aunque no de relevancia), quienes se fueron y al poco tiempo retornaron como si nada hubiese sucedido. El primer caso (sin importar el orden de demérito) es el Beder Ramón Camacho Gadea . El domingo pasado se oficializó su renuncia como Subsecretario General del Despacho Presidencial. Lo curioso es que éste ya lo había anunciado el 5 de agosto; es decir