LOS OTROS, YO NO

Mirtha Esther Vásquez Chuquilin ha renunciado. O la renunciaron, a propósito del tuit del Presidente de la República que expresó “he decidido renovar el gabinete y contar con nuevo equipo”. Sea lo uno o lo otro, cierto es que ya no va más al frente de la poderosísima e influyente Presidencia del Consejo de Ministros.

Y se va, como lo que es, o mejor dicho, lo que representa: CAVIAR, pues se retira literalmente pateándole la puerta a Pedro Castillo, acusando a sus asesores de inducirlo a error para la toma de decisiones. Cuando estuvo al frente del gabinete todo era de maravillas, y si de equivocaciones se tratasen, anduvo siempre presta a ensayar alguna explicación. Aunque pocos, o casi nadie le creyese, no importó con tal de jugársela por su jefecito. E ahí el caso de la lista de visitantes al inmueble del pasaje Sarratea en Breña, donde primero afirmó que la misma sería enviada a la prensa, para luego recular y decir que se presentaría ante las autoridades requirentes. Sí, así de simple, y continuó despachando. O cuando a finales de noviembre pasado se presentó en Ayacucho y declaró “Haremos un cierre de minas lo más inmediato posible. En el caso de la minera Apumayo, hemos detectado de que a pesar de que ellos ya se le había pedido que entren a proceso de cierre, han estado extrayendo, lo cual no correspondía”. Advertida de sus temerarias e infundadas afirmaciones días después se desdijo, aunque ya el daño a la actividad minera estaba hecho.

Al dimitir, la señora Vásquez puso como excusa la avizorada renuncia de Avelino Guillén en la cartera de Interior, al sentirse éste maltratado por el entonces Comandante General PNP, y por ende no contar con el apoyo del mandatario. Y fue precisamente Guillén, quién expresó “El punto de quiebre definitivo con el presidente Castillo fue cuando él planteó pasar al retiro al general Parra, el número dos de la Institución. Ese hecho yo no lo acepto, expresé de manera rotunda y directa mi absoluta discrepancia y le señalé que ese punto no era negociable y que yo no iba a aceptar este planteamiento porque el general Parra es un general que a mi concepto hace un buen trabajo, un buen desempeño funcional, ha trabajado directamente con el Mininter en la elaboración de un número importante de operativos policiales exitosos”. Si pues, para la progresía la permanencia (o no) de tal persona en el cargo es imprescindible y pretender que cambien de opinión (así sea por la voluntad del SPR) es visto como un obstáculo, sino como amenaza a la dizque “institucionalidad”. En resumen, el buen Avelino también se fue pateando la puerta.

Castillo tiene limitaciones. Claro que sí, y eso lo sabemos ni bien pasó a la segunda vuelta en las últimas elecciones presidenciales (antes no teníamos idea pues no figuró en las encuestas de opinión), agravándose día tras día al no contar con la mínima experiencia para el puesto. Y estas falencias son propias de la personalidad de Castillo Terrones; es decir, no son responsabilidad de asesores palaciegos ni de su círculo íntimo, toda vez que él mismo los escogió. Esto conlleva a aseverar que si el Presidente de la República fuese competente no escogería a estas personas como asesores. Y seamos realistas, tampoco hubiera escogido a Vásquez y Guillén como ministros. Ser agradecido es una virtud que muy poco conocemos. De hecho la exPremier no tiene la menor idea de su significado.

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