DE MEJOR AMIGO DEL HOMBRE A ENEMIGO PÚBLICO NÚMERO UNO

Luego de tres meses de haber sido mordida y contagiada con rabia por un perro callejero, incluyendo los últimos quince días que estuvo internada de emergencia en el hospital Honorio Delgado de la ciudad de Arequipa, lamentablemente el pasado miércoles falleció la mujer de 54 años. Raudamente, las autoridades sanitarias comunicaron que alrededor de seis millones de canes sin hogar no estarían vacunados. Dramática estadística.

 

De otro lado, a fines de agosto fuimos testigos de cómo Alonso Santa Cruz Túpac Yupanqui acuchilló a Dachi, mascota de su expareja. Lo hizo, según declaró Santa Cruz, por revancha. De inmediato fue capturado por la policía, entregado a la justicia y a las dos semanas sentenciado a prisión efectiva de poco más de un año. Afortunadamente la perrita logró sobrevivir al encontrase amparadas por la Ley de protección y bienestar animal, Nº 30407, que obliga al dueño a criar a un animal de compañía en ambiente adecuado propio de su especie.

 

Sin embargo, hace un mes aproximadamente, el Tribunal Constitucional resolvió en un proceso de amparo (Expediente 949-2022-PA) que está prohibida la tenencia y/o crianza de mascotas en condominios, si es que así lo dispuso la Junta de Propietarios en su Reglamento Interno, contraviniendo expresamente su propia jurisprudencia emitida dieciocho meses antes (Expediente 1413-2017-PA). Para el Máximo Intérprete de nuestra Constitución la única diferencia entre ambas sentencias, es que en el primer caso se trató de un edificio residencial, mientras que en la segunda y última fue de un club vacacional. Sorry, no entender.

 

No somos pocos los que tenemos la oportunidad de criar un perro o gato. Y dentro de ese universo, muchos lo hacemos con gran sentido de responsabilidad, respetando el derecho de los vecinos, tanto al interior del edificio o condominio, como en la calle (por ejemplo, utilizando bozal, llevando bolsa para recoger sus necesidades, etc.).

 

No obstante, debemos reconocer que existe un silencio sepulcral al respecto. Ni las Sociedades Protectoras de Animales, o gobiernos locales y regionales. Ninguno alzó su voz de protesta.

 

Convalidar la precita sentencia a raja tabla, es aceptar que en futuro mediato una mayoría de propietarios decidan por todos que no existan mascotas en los edificios, y a ese ritmo, la pregunta sería ¿Dónde vivirá entonces firulais?.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL MINISTERIO PUBLICO, UNA LUZ QUE NUNCA DEBE APAGARSE

EL CHECK AND BALANCE Y EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD, MAS ALLA DE LA CUESTION DE CONFIANZA

RECUPERANDO EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD