ADVERSARIO SÍ, ENEMIGO NO
En la madrugada del último jueves,
la Tercera Sala Penal Liquidadora de la
Corte de Lima condenó a Daniel Belisario Urresti Elera a 12 años de
cárcel al hallarlo responsable de la muerte del periodista Hugo Bustíos, además
de la culpabilidad del delito de tentativa de homicidio en agravio del
comunicador Eduardo Rojas. El caso se remonta al año 1988 cuando ambos
hombres de prensa fueron acribillados; siendo que desde el 2009 la justicia
decidió investigar, y sancionar con prisión a los autores de tan execrable
crimen. En un primer momento, el proceso contra el General EP (r) Urresti Elera
fue archivado, por lo que la Corte Suprema declaró nula la resolución de Sala y
ordenó nuevo juicio. Fue así que después de más de 8 horas de lectura, el
exministro Humalista fue encontrado culpable.
Como era de esperar, las
reacciones fueron en gran mayoría a favor del ingreso a la galera, toda vez que
el excongresista es ampliamente conocido por ser polémico, irónico, mordaz, etc.
(ejemplo, cuando se burló de la memoria del expresidente Alan García justo en el
primer aniversario de su deceso). En buena cuenta, se pelea con medio mundo.
Desde el fujimorismo, aprismo, hasta caviares, aunque extrañamente nunca
cuestionó (al menos no públicamente) al desgobierno de Pedro Castillo. Más aún,
acusó al Ejecutivo de Dina Boluarte y al Parlamento de estar detrás de su infortunio.
Lo que sí llamó la atención fueron
las expresiones de Rafael López Aliga, indicando “Pónganse en el caso
de los nietos de Urresti…, en estos momentos es apoyar a la familia, el señor
Urresti es militar y sabe defenderse, pero más me preocupa su familia…”, y opinando
sobre la sentencia de primera instancia “Lo entiendo, pero qué pasó con el
caso Madre Mía, ¿por qué la ley tiene doble rasero? El caso Humala archivado, y
el caso Urresti activado, no pues. Si vamos a hablar de justicia, la ley debe
ser igual para todos”.
Sir Winston Churchill
dijo alguna vez que “El político se convierte en estadista cuando comienza a
pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Y
esto es lo que ha ocurrido precisamente. Loable, simplemente aleccionador. Las
sentidas palabras del burgomaestre capitalino reflejan la humanización de la política.
Es como si don Rafael nos transmitiese la idea de “culminada la campaña,
volteemos la página y sigamos adelante mirando una Lima limpia y ordenada, pero
por sobre todo con mejores ciudadanos”. Desafortunadamente, el señor
Urresti no estuvo de acuerdo con las citadas frases.
Seamos o no potencia mundial al 2026 (confiemos que sí) lo cierto es que estas actitudes mostradas por Rafael López Aliaga trascenderán fronteras y enfocarán a nuestra ciudad, y porque no decirlo a nuestro país, como una sociedad respetuosa y tolerante con las ideas de los demás. Un gran comienzo de gestión municipal.
Comentarios
Publicar un comentario