ADIOS MORAN
La
reciente fuga de un detenido por micro comercialización de drogas de la
carceleta del Complejo Policial de Aramburú es quizá el último escándalo en la
gestión de Carlos Morán como Ministro del Interior. Veamos porqué.
Hace
poco más de una semana, tres ciudadanos de nacionalidad venezolana, presuntamente
integrantes de una organización criminal dedicada al robo de relojes de alta
gama, escaparon de la Comisaría de Miraflores ante la inacción de sus
custodios. Esta reprochable negligencia fue disipada por la captura de Félix
Moreno, ex-Gobernador Regional del Callao, prófugo de la justicia por más de
diez meses al haber sido sentenciado por actos de corrupción, y anteriormente con
la captura del desaforado congresista Edwin Donayre en el norte de la capital. Asimismo,
se detectaron irregularidades en el proceso de ascensos a Generales y Teniente
Generales 2020. Víctor Pérez Artega y Gustavo Hananel García, Generales PNP,
denunciaron que pretendieron “regularizar” sus firmas en las Actas de Selección
luego de culminado el proceso. Obviamente que tal “desacato” tuvo consecuencia:
Reasignación de funciones, vale decir rotación de Generales incómodos al señor
Morán y por ende al gobierno de facto. Por supuesto que el alto mando policial
se comprometió -como en todos los casos evidenciados-
a investigar y sancionar a los responsables. Aunado a ello, días antes tuvimos
la forzada renuncia de José Luís Gil -hombre
cercano a Morán- como Director de Inteligencia del Mininter al habérsele descubierto
la utilización de personal policial para la custodia y traslado de su familia. Y,
a nivel de ejecución de gasto, al señor Morán tampoco le va bien, pues de S/.
57 millones para la adquisición de vehículos, la Policía Nacional solo ejecutó
el 24.6% de su presupuesto; sin embargo, literalmente con “bombos, platillos y
serpentina” el mismo Morán promocionó la entrega de 900 patrulleros hasta el
2022, bajo la modalidad del renting, ergo, alquilados (Diario El Comercio del 28.10.2019).
Cierto
es que Morán, por su amplia experiencia en temas de inteligencia, se ganó la
confianza de Vizcarra al poner en práctica las interceptaciones telefónicas
presuntamente legales (cuyos equipos fueron ubicados en la sede de la DINI, y de las que ninguna autoridad del
gobierno a la fecha ha dado cuenta de su uso), y al perfeccionar las
tareas a desarrollar por parte de la temida DIVIAC, encargándosele al insurrecto
Harvey Colchado la persecución y aprehensión de adversarios del gobierno
golpista. Desde luego, siempre acompañados de los polémicos fiscales Rafael Vela
y José Domingo Pérez; no obstante ello, parece que ya la suerte no le acompaña,
sea porque sus métodos no son utilitarios o porque los mismo sean más bien
incómodos. Parafraseando a Franklin D. Roosevelt “en política no hay
casualidades”, el poderoso ex-Jefe Antidrogas tiene los días contados. Solo
falta que aparezca en las pantallas el Primer Ministro Zevallos y declarar que
“Morán tiene toda la confianza del
Presidente”. Eso querrá decir que ya le encontraron reemplazo.
Los Ministros son fusibles, pero en el caso de
Morán no solo hizo cortocircuito, sino que ya se electrocutó.
¡¡¡ ALEA
IACTA ESTE Morán!!!!.
OTROSI DIGO: Creyendo haberlo visto todo (por lo menos bastante) con la forzada
renuncia de Zulema Tomás al cargo de Ministra de Salud por haber contratado a
su parentela en el gobierno, volvemos a sorprendernos con la designación de
Francisco Ismodez, ex-Ministro de Energía y Minas, como Miembro del Directorio
de PERUPETRO SA, en representación de dicho portafolio (R.M. N°
352-2019-MINEM/DM, El Peruano 17.11.2019). Evidentemente, este precario
gobierno ha creado y puesto en funcionamiento el programa “AMIGOS Y FAMILIA PARA TODO”.
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